En España podemos presumir de tener una gran riqueza gastronómica en cuanto a dulces típicos de Semana Santa se refiere.

Nuestra riqueza cultural es el gran motivo de ello, y podemos encontrar un sinfín de tradiciones gastronómicas increíblemente interesantes según nos movemos por las distintas zonas geográficas de nuestro país.

Quizás los dulces más consumidos durante estas fechas sean los buñuelos, ya sean de viento (sin relleno) o con crema en su interior. Son los más conocidos y quizás en segundo lugar vengan las torrijas.

Los pestiños, que pueden ser sin relleno o con cabello de Angel, es un postre típico tanto en Navidades como en Semana Santa, y sin duda, son las delicias de grandes y pequeños en muchas zonas del país.

La Mona de Pascua, en todas sus versiones, aquella que, como manda la tradición, el padrino regala cada año y que el niño espera con una ilusión tremenda, actualmente existen muchas versiones de la misma pero realmente en su origen se trataba de un roscón semejante al de reyes (de ahí que también se conozca como roscón de Pascua) pero con tantos huevos duros como años tiene el pequeño. En la zona cercana a Jaén este postre suele denominarse Hornazo, y en la zona de Alicante es conocida como Culecas . Actualmente esta idea ha ido variando en otras versiones… como las ya conocidas y laboriosas figuritas de chocolate.

Otros dulces que no podemos olvidar son las rosquillas (¿quién no ha aprendido de pequeño gracias a su abuela a hacer unas riquísimas rosquillas de anís de lo más increíble?), y la leche frita, quizás menos conocida pero igual de rica e interesante.

Las flores fritas también son muy conocidas y elaboradas estos días, aunque dónde más se consumen es en Castilla La Mancha y en la zona de Extremadura.

Algunos dulces están menos extendidos geográficamente hablando y esto es una pena ya que absolutamente todos son increíbles, uno de ellos es el Panquemao (también conocido como Toña), parecido a la Mona y con un color característico (de ahí viene su nombre), muy arraigado en la zona de Valencia y Murcia.

En el norte, concretamente en Astúrias, son típicas las marañuelas, tanto las De Candás como las de Luenco son realmente sabrosas y deliciosas. En Cádiz son muy afortunados y pueden presumir de elaborar uno de los grandes dulces de la temporada, los Gañotes, son similares a los pestiños pero con matices que los hacen distintos, como su forma cilindra y hueca en su interior.

Precioso por su estética es el Bollo de Pascua de Aviles, tiene forma de estrella de cuatro puntas y se trata de un bizcocho de limón algo mantecado.

En la capital suelen comer estos días los típicos bartolillos, empanadillas de crema pastelera en su interior, y no nos olvidemos de los menos conocidos Arnadí, elaborados con calabaza y de los Canutos de Semana Santa.

La mayoría de todos estos dulces, a pesar de ser muy distintos, tienen un punto en común y es que una gran mayoría son productos fritos, por lo que es importantísimo, después de elaborar una masa con las materias primas de la más alta calidad, realizar un buen proceso de fritura ya que si no se realiza así, esto puede estropear por completo el resultado de los mismos.

Importantísimo es controlar la temperatura del aceite y que esta sea siempre constante, una buena freidora debe ser cómoda de utilizar, debe tener una zona para escurrir el producto, una cesta que mime el producto y, ya que suelen ser fechas de importantes producciones en la mayoría de obradores de las confiterías, debe ser una máquina fácil de limpiar y disponer de un buen sistema de vaciado de aceite.

Como conocedores de estos procesos y especialmente centrados en desarrollar nuestra tecnología para que los procesos sean perfectos y con resultados excelentes, nace nuestra nueva gama de freidoras con pie, preparadas y diseñadas para freír un gran número de dulces y otros productos de una forma excelente, convirtiéndose en una freidora de gran utilidad y versatilidad y consiguiendo un resultado de producto exepcional.

pestiños fritos con freidora Rubhima